Día 1
Parecía que no iba a venir, ni rastro había de ella más que una estabilidad de fondo insólita, pero ha llegado, y un día antes de lo esperado.
Este mes he descubierto una faceta nueva de mi bruja: la posibilidad de hacer cosas que me cuestan en otra fase del mes por el miedo a que no salgan, de pedir cosas que creo necesitar, de mostrar aspectos que en otros momentos me siento insegura de evidenciar. A la bruja sólo le importa lo realmente importante, por eso, si el resultado de lo pedido, dicho, hecho y/o mostrado no es el esperado, en realidad, no tiene tanta importancia. El poder de relativizar, algo recién sacado de la oscuridad.
Gracias, bruja querida, de nuevo gracias por enseñarme tanto.
Contenta de tenerte de nuevo.
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