jueves, 15 de agosto de 2013

Revisar




su mano entre la mía
¿su mano entre la mía?

la ciudad en la que vivo,
las ciudades en las que podría vivir

el trabajo que hago 
y todos los otros que podría hacer

los textos que escribo
y todos los otros que no escribo

lo que como, lo que digo, lo que pienso, lo que leo, lo que hago...

yo ante sus palabras
yo ante sus silencios
yo y su mano entre la mía

bajo mis pies
la oscuridad hace tambalear los cimientos,
cimientos
sobre los que se soporta cada idea
cada acto
cada sentir
por dentro y por fuera
al derecho y al revés
boca arriba
y también boca abajo

¿y si se caen?
¿y si desaparecen o se rompen?
¿seguiré yo
cuando regrese el día?
¿seguirán sus silencios, sus palabras
y su mano entre la mía?










domingo, 4 de agosto de 2013

Nombrar el nombre de Diosa en vano...


debería ser considerado PECADO por quienquiera que se atreva mínimamente a imaginar lo que implica ese nombre.

Nombar el nombre de Diosa en vano debería ser considerado PECADO, pecado incluso mortal, por quienquiera que se atreva mínimamente a imaginar lo que implica sentir, no ya sentirla, sino simplemente SENTIR como se siente a la hormiga sujetándose al vello del antebrazo en su lucha por no caer al vacío; sentir el sol impidiendo que se abran los ojos tras la siesta a orillas del mar o sentir el jugo de la sandía cayendo por la barbilla y resbalando por el cuello antes de manchar la camisa. SENTIR sintiendo, no sentir pensando.

Si nombrar el nombre de Diosa en vano fuera pecado, nuestro volcabulario se vería drásticamente reducido. De un plumazo desaparecerían palabras que hacen referencia directa a ella. Hablar de lo sagrado femenino sin nombrarla se convertiría en algo sumamente complicado. También de la divinidad, de la madre cósmica y de la esencia de lo femenino, sin olvidarnos del poder, ese gran poder heredado de ella misma... Con tantas palabras fuera del vocabulario, el silencio estaría un poquito más cerca y, con el silencio, el sentir también estaría un poquito más cerca.

Nombrar el nombre de Diosa en vano debería ser considerado pecado porque no se puede hablar de lo que no se sabe y hay cosas que, sencillamente, no se saben, se sienten.

Personalmente tengo la manía de no usar palabras cuando se trata de sentir, por eso hago el amor en silencio. A veces, en esos momentos de tan intensa intimidad, intento expresarle a mi amado lo que siento pero me pasa que si lo pienso, me pierdo y ya no tengo nada que decir. Si no lo pienso, siento, siento tanto que entonces las palabras pierden el sentido, (¿o soy yo la que lo pierdo?)

Hoy no he sentido. No me he dejado entrar en la experiencia más íntima del sentir que tengo y para colmo le he lanzado a mi amado amasijos de mierda enrollados por todas y cada una de las palabras vacías pensadas, escuchadas y leídas de los últimos años. De nuevo el mismo mensaje sin decir, callado durante tanto tiempo, regresa un mes más iracundo y disfrazado de cualquier cosa dirección a quien menos blasfema. Querida hechicera maldita, gracias por afinar por fin la puntería, hoy noche en menguante, y animarme a sacar del amasijo de mierda cada palabra vacía enrollada en él. Porque estoy hasta el coño, sí, de tanto ruido lingüístico, de tanto vacío con hermosas formas, de tantas palabras dichas en vano. "Cuidado con las palabras", advertía Alejandra Pizarnik; otros no advirtieron sino que afirmaron que "En el Principio era el Verbo, y el Verbo estaba ante la Diosa y el Verbo era la Diosa". 

El Verbo era la Diosa.

El Verbo era la Diosa.

El Verbo era la Diosa... 

Me pregunto cuántas veces tendría que repetir esta frase para entenderla y dejar de blasfemar con cada palabra pronunciada no habitada...

Perdóname, Diosa, porque he pecado y estoy hasta el coño. Ya te contaré todo esto mejor cuando me baje la sangre, eso sí, sin palabras de por medio...

Día 24.

jueves, 27 de junio de 2013

Día 2

Me pregunto qué es realmente lo importante... 
Si no estoy, si no respondo, si no escribo, si no hago eso que parecía ser un asunto de vida o muerte la semana pasada, ¿qué pasa?

La respuesta llega rápida y clara.
Es fácil oírla, lo difícil es escucharla, prestarle atención y, sobre todo, retenerla.

Ahora siento
lo importante tan claro como siento el vendaval acechar a lo lejos.
Mañana ya veremos.



miércoles, 12 de junio de 2013

diana


Arco y flecha preparados
diana lista

A mi disposición los instrumentos
la posibilidad

Si no disparo,
la flecha se quedará clavada dentro
y la próxima sangre
llegará
con el dolor de no haber andado mi camino...

Yo decido.

Preparada, lista, ...

 




jueves, 6 de junio de 2013

Día 5


Día 5


Día 5 y aunque en mi cuerpo pasan cosas diferentes a las que pasan durante el sangrado, aún me siento cansada. Ya he dejado de sangrar, en mis ovarios se está desarrollando un óvulo y mi útero se reviste para darle cabida en el caso de que fuera fecundado. Todo se prepara para recibir a la vida si esta quisiera presentarse. En caso negativo, el cuerpo pone en marcha el sistema de evacuación y la mujer, en este caso yo, tiene la posibilidad de experimentar un estado alterado de conciencia al que no llega en ningún otro momento del mes, por mucho que lo busque, por mucho que lo provoque.

Estoy con poca energía, 1 sobre 3 he marcado en el diagrama, aunque en realidad creo que la pereza ha sido la culpable de que ponga ese número... arrancar después del descanso, depués de estar adentro, me cuesta... Me cuesta salir, hacerme ver, mostrarme, coger las riendas, con energía, sin dudas... Sé que podría hacer todo eso, sé que es el momento de ser así, lo sé, todo mi cuerpo lo sabe, pero me da pereza... añoro la conexión interna de hace un par de días, lo recogida y protegida que me sentía en mí misma, lo poco que me importaban las cosas que ahora comienzan a preocuparme... el poder de la bruja. 

Ahora es la Doncella la que llama a la puerta. Otras la llaman Virgen, una palabra que requiere cierto esfuerzo para no relacionarla con una mujer exenta de relaciones sexuales. Completa en sí misma, esa es la defición de virgen, una mujer que no necesita de nada ni nadie para sentirse completa... nada más y nada menos. 

La Virgen llama a la puerta. Por el momento no me atrevo a abrir, aún así la oigo y sé que está ahí, esperando que llegue su momento, preparada para venir en cuanto la llame. Un aullido bastará, desde lo más profundo, desde lo más oscuro y hondo, del lugar donde todas somos lo mismo... 


viernes, 31 de mayo de 2013

Sangro, pero no muero

 

  
O sí... es posible que muera un poco con cada sangrado... solo que no es una muerte con guadaña. Cuando llega, la sangre me lleva a las profundidades, al lugar más parecido a la muerte del que tengo conciencia.  Si estoy atenta puedo atisbar su llegada con antelación, sentir que se acerca, olerla a lo lejos... Y llega pese a mi voluntad, como llega la noche sin que nadie se cuestione el porqué del atardecer. En mí está el dejarme llevar o resistirme, sumergirme o ponerle freno. Si me resisto, tal y como se me ha enseñado, la embestida será grande y dolorosa. Frente a eso, sumergirme y aparecer en otro lado, en otro estado, desconocidos, es la recompensa...  

La sangre me lleva hacia la muerte cada mes, hacia una muerte dulce, placentera y deseada en la que el dolor no tiene cabida. Sangro y muero cada mes, pero no sufro. Sangro y muero cada mes, pero después renazco. RENAZCO.

miércoles, 29 de mayo de 2013

Día 1




Día 1

Parecía que no iba a venir, ni rastro había de ella más que una estabilidad de fondo insólita, pero ha llegado, y un día antes de lo esperado. 
Este mes he descubierto una faceta nueva de mi bruja: la posibilidad de hacer cosas que me cuestan en otra fase del mes por el miedo a que no salgan, de pedir cosas que creo necesitar, de mostrar aspectos que en otros momentos me siento insegura de evidenciar. A la bruja sólo le importa lo realmente importante, por eso, si el resultado de lo pedido, dicho, hecho y/o mostrado no es el esperado, en realidad, no tiene tanta importancia. El poder de relativizar, algo recién sacado de la oscuridad. 
Gracias, bruja querida, de nuevo gracias por enseñarme tanto. 
Contenta de tenerte de nuevo.